martes, 12 de julio de 2011

Yrviga Aereum

Cuando se parte de una filosofía artistica determinada, soy de los que piensan que la misma debe acompañar al autor. Porque como bien se sabe, en la obra yace parte de su alma. Los ojos que miran, los labios que susurran, y las manos y pies que tocan, estan en la obra y son los mismos ojos y el mismo cuerpo que acompaña al artista. La obra es al autor tanto como el autor es a la obra.

Personalmente, no creo en los surrealistas post-modernos. Con autos de lujo, mujeres, mucho dinero y exito. ¿Donde esta en el hombre la locura que expresa su obra, la desolación, el sufrimiento, la psicosis y el triste sentimiento de no ser nadie y al mismo tiempo ser todo?. Y mucho peor aún. ¿Donde esta en aquel cuadro la sonrisa que ese hombre lleva dibujada en su rostro?

No se puede ser feliz si es es protagonista de una manifestación artistica de tal magnitud. El arte es el sufrimiento del hombre en su maxima expresión. Es el tormento que dios pone en el alma.

sábado, 12 de marzo de 2011

La única cosa necesaria

Finalmente, cuando obtenemos lo que deseamos, entramos en el silencio. En este caso, incluso si hablamos lo necesario, el silencio permanece... porque no se desea nada. El mutismo y el control de la palabra, sin la ausencia del deseo, son tan sólo ejercicios que pueden ser útiles, si no fueran demasiado prolongados. El camino hacia el silencio en verdad lleva al individuo a despojarse gradualmente de los deseos humanos; le produce la posibilidad de practicar conscientemente el acto de escoger, sin que entren en juego sus preferencias personales; le enseña a tomar decisiones en todo momento, sin haber deseado, no obstante, que prevalezca este o aquel rumbo. En este camino, hay simultaneidad entre lo que ocurre y como se actúa ante lo que acontece. Es una experiencia de unificación. María, sentada a los pies del viajero, no está allí porque "prefiere" estar, sino porque "es" para estar. A partir de esa acción, correcta y desinteresada, ocurre lo imprevisible en lo íntimo de María, imprevisible que depués se refleja en su exterior. La soledad de María, posible para todos, no es aislamiento, sino el estar íntegro en el propio ser. A partir de esta soledad, se torna posible la relación que no termina en guerras, que no es meramente social ni ingenuamente amistosa.
El amor que cura a la humanidad y al planeta no es premeditado ni construido
artificialmente con conceptos, sino que ocurre cuando llega el momento exacto para que la energía del alma pase por los canales abiertos, que son aquellos seres humanos que se disponen a permanecer quietos, tranquilos y desinteresados.

(José Trigueirinho Netto)

domingo, 27 de febrero de 2011

Consistencia 992


Todos los seres se complementan armoniosamente de modo que su existencia y acción es influída por los otros e influye sobre éstos. Esto explica como se combinan para generar, sostener, desarrollar y perpetuar la vida, con mecanismos complejísimos que asombran a los científicos. Esa complementación se da también en las influencias que tienen las personas entre ellas como buenos o malos ejemplos, modelos o compañías. De allí la responsabilidad que todos tienen de decir la verdad y obrar el bien, dándose y compartiendo para el bien de todos. Así es como avanzan la vida humana, social y espiritual




miércoles, 23 de febrero de 2011

Lux Aeterna

Me pregunté cuales habían sido los últimos pensamientos de Mozart, mientras agonizaba componiendo su "Misa de Requiem en D menor" y le dictaba la linea de trombones y trompetas a Salieri. Me pregunté tanto tiempo cuales habrían sido esas ultimas palabras que este celebre compositor había elegido entre tantas. Una avalancha de sensaciones ambiguas y una conexión que, por nula, carecía de todo interés extra-musical y lo hacía, a su vez, mucho mas interesante y vulgar.
Me pregunté, casi por obligación, si había sido el comienzo o el fin de la música. Me pregunté. Y una madrugada somnolienta en la que mi yo interno contaba las horas pidiendo permiso, una madrugada dejé de preguntarme y me respondí la única frase que Mozart tenía en su cabeza segundos antes de su muerte...


"Permaneced bajo la luz eterna"

lunes, 21 de febrero de 2011

martes, 14 de diciembre de 2010

Piazzolla en mp3

Dice pertenecer a otra generación. Que esta década no son para sus veinte. Dice entender mejor la poética lunfardista y se dibuja con mayor nitidez sobre las corcheas de una fuga porteña de Piazzolla. Dice tener la sangre de las milongas, pero al mismo tiempo no puede respetar el dialogo lingüístico de los años cuarenta. Y mientras ella sigue hablando como una bestia del siglo XXI, me invade la melancolía que me atañe a la inevitable reflexión…

Pobre de mis abuelos si vivieran y tuvieran que ver y oír las atrocidades que a esta altura ya he decido tratar de resignar. Y no es que me aterre la conducta neo cultural de su probablemente no deseada descendencia, sino la liviandad con la que se tiende a tomar como propia la intachable conducta de nuestros antepasados, y al mismo tiempo se la mancha con las vulgares y burdas descripciones de sus actos más humillantes y léxico de internet para terminar degradándose en tercera persona frente a la pantalla de un LCD en blanco y negro.

(Fotografía de Mario Bellocchio perteneciente a la muestra "Tinta Roja en el gris de ayer" con intervencion de arte digital)


“Me cache en die’ viejo. Si vivieras y vieras esto, no podrías siquiera soportar el berretin que tenias con las minas y los puros. Hoy ambas cosas son otra”